El verano 2009 ya es historia aunque oficialmente todavía queden varios días. Todos o casi todos vuelven a sus cosas, unos ya lo han hecho hace más tiempo. Unos se habrán quedado cerca de donde viven, otros habrán viajado, unos habrán aprovechado cada día a tope, otros habrán descansado y lo habrán aprovechado de esta forma. Infinidad de posibilidades hay para el verano, y sin embargo, parece común a todos que a la vuelta de las vacaciones haya un parón, un momento para la reflexión, para echar la vista atrás y ver, pensar, sentir qué es lo que se ha hecho con el verano, aunque me parece aún más importante, parar para saber qué es lo que ha hecho el verano con nosotros, cómo nos hemos dejado seducir por este, si nos ha hecho aprender, si nos ha hecho más felices, si nos ha hecho respirar, si nos ha cambiado, de cualquier manera.
Yo me planto ahora con el final de las vacaciones, sabiendo que aún todavía me quedan varios días de las mismas, puesto que aún no tengo puesto, y me parece que todo está en cierto modo como cuando empezó, casi como si no hubiera cambiado nada. Un año escolar (en mi caso) que se avecina y otra vez parece que saltando al vacío, sin saber por cuánto ni dónde será. Emocionante al mismo tiempo, tengo ganas de cambiar de aires, y eso que…
… Y eso que al final del curso estaba bastante a gusto. No quería marcharme, la verdad. Había cogido cariño al lugar donde estaba, y es que tenía un buen piso y buena compañera, una buena situación, unos buenos compañeros de trabajo y a un grupete de niños y niñas que habían sido un regalo del cielo. Un grupo de los cuatro a los que daba clase que eran buenísimos en comportamiento y en su mayoría, también estudiando. No sé si volveré a tener un grupete parecido. Me demostraron que por ellos merece la pena esta profesión, me enseñaron to keep my alpidistra flying, y me enseñaron a rejuvenecer. Me hicieron recordar cuando yo tenía 16 años cada día que les veía, cómo me lo pasaba de bien con los amigos y las ilusiones que tenía por muchas cosas. Me recordaron esas sensaciones que comenzamos a tener a esa edad. Mientras ellos aprendían algo de trigonometría y de geometría analítica me enseñaron eso que yo había olvidado…En fin... era algo triste llegar las últimas semanas de junio y ver las clases vacías, parecía como si todo hubiera perdido sentido.
2 comentarios:
no encontraste buena comida y parajes por el norte???? venga coñoooooooo
Coño!
Lo has acertado!
Y yo que pensaba que mis necesidades eran más complejas
xDD
Bienvenido de vueltaaaa.
Publicar un comentario