miércoles, 1 de abril de 2009

Vírgenes, vírgenes...

... playas vírgenes!


Bien, después de este título y la consecuente decepción, comienza el post (hay que ver lo que hay que hacer para que se me lea).


En la costa, en la mitad del recorrido de una punta de los invernaderos a la otra, podemos encontrar algo de lo que es bien famosa la provincia de Almería: sus playas vírgenes.

Es cierto que las más famosas se encuentran en Levante, en el Cabo de Gata, si bien, en el Poniente podemos disfrutar también de otras como son las que se encuentran en el Parque Natural de Entinas-Sabinar.


http://www.porlibre.com/Andalucia/entinas.htm


En este parque destacan sus marismas, sus salinas y la tranquilidad y el desahogo que allí se encuentran.

El día que le rendí visita fui en un bicicleta que alquilé en la Urbanización de Roquetas, y fui tan feliz con la bici como un niño. Era un placer mental más que otra cosa, pero la estampa era la siguiente: ir en bicicleta en manga corta viendo el mar por un paraje natural, como en un verano azul.

Si bien, no todo lo que reluce es oro, y he de confesar que esa imagen de mis amores no podía durar mucho, y es que resulta que los caminos de dicho parque no son muy practicables para la bicicleta por culpa de la arena de la playa, que hace imposible el rodar con la bici. Además, los caminos no están para nada bien indicados ni bien establecidos, por lo que mis ganas de llegar a Almerimar en bicicleta desde Roquetas se deshizo en pedazos. Me quedé a mitad de camino, justo antes de llegar al faro y a la base militar, que hacían un buen contraste con los flamencos que pude observar, ¿que qué habían perdido allí? Pues la verdad es que no lo sé, todo lo que puedo decir es que el agua donde se posaban estaba muy salada, de hecho, esta zona era un lugar bien conocido por sus desalinizadoras.





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